martes, 14 de noviembre de 2023

Cestoball, el deporte argentino en pleno crecimiento y que busca afianzarse en el plano internacional

El cestoball nació en Argentina en el año 1897 creado por el profesor de educación física
Enrique Romero Brest. Inicialmente su nombre fue “pelota al cesto”, pero en el año 1986 fue rebautizado con la denominación actual.


Se trata de un deporte que se juega con las manos, dentro de una cancha que mide 28 x 16 metros, en la que se ubican dos equipos de 6 jugadores cada uno y deben encestar una pelota, que no pica, en un aro de 50 centímetros de diámetro ubicado a una altura de 3.30 m, dentro del perímetro del campo de juego, a cinco metros de la línea final. Es necesario pasar el balón para poder avanzar, no se puede trasladar. 


La época de oro fue en el año 1994 cuando el cestoball tuvo mucha fuerza en el plano internacional impulsado por Sara Closas. Llegó a su punto máximo cuando se organizó, en ese año, un mundialito en nuestro país. Unos años más tarde, el deporte tuvo una baja de popularidad. 


La jugadora de cestoball de la selección nacional y del Club Ciudad de Buenos Aires María Belén Ladogana declaró en conversaciones con Deportea que “con las últimas dos gestiones de la Confederación Argentina de Cestoball se empezó a activar el plano internacional. Hoy la tecnología nos ayuda y está todo mucho más activo por lo que el deporte está volviendo al plano internacional” 


Ladogana también contó que actualmente reciben apoyo de la Secretaría de Deporte y del comité olímpico: “Se consiguieron, por primera vez en la historia, becas para el cestoball”.


Actualmente el deporte busca crecer en el plano internacional: en Paraguay y Bolivia ya es un deporte que está arraigado y hace poco también llegó a India y a Kenia”. 


La jugadora, que durante los años 2013, 2014 y 2015 fue parte de un invicto de 130 partidos con el Club Ciudad de Buenos Aires, afirmó: “El ’cesto’ tiene un sentido de pertenencia muy fuerte. Cualquier persona que juega, es muy fanática. Todos se conocen con todos. Es un deporte en el que se pelea en unidad. Se trabaja en conjunto para la difusión y todos tiran para el mismo lado”.


viernes, 3 de noviembre de 2023

Partidazo de la U13 de Guillón Básquet en Berazategui

El último sábado la categoría U13 de Guillón Básquet le ganó 45 a 42 a Villa España en Berazategui por la liga de FEBAMBA. El equipo naranja perdía por 10 puntos durante todo el partido y pudo ponerse en ventaja faltando 32 segundos para el final.


Fue un partido emotivo y vibrante en donde los chicos de Guillón sacaron a relucir su talento para jugar al básquet y su espíritu competitivo para ganar. Si bien son parte de una categoría formativa, demostraron valentía y templanza para manejar la presión. Luego, la locura de la victoria se trasladó a la tribuna visitante.


Villa España empezó mucho mejor, un punto clave fue la altura de sus jugadores en relación a los chicos de Guillón, eso se notó en el primer tramo del partido. El primer cuarto fue 18 a 10 para los de Berazategui, en el segundo cuarto estiraron la ventaja 30 a 20 y en el tercer periodo, los locales mantuvieron los 10 puntos de diferencia en 36 a 26. Pero los tigres de Guillón Básquet dieron el zarpazo en el último cuarto para quedarse con el partido por 45 a 42. 


Las últimas dos jugadas salieron desde el banco de suplentes de la mano de su entrenador Sebastián Ramírez. El coach remarcó la importancia y el impacto de una victoria de estas características para los U13: “Esta bueno para los chicos poder ganar, porque casi siempre nos cuesta completar. Es algo que nos pasó a lo largo del año. Está bueno que podamos completar y ganar porque demuestra que se puede jugar a ganar cuando se completa el equipo". 


Sobre el final el entrenador de Guillón les pidió a los jugadores que se queden cerca, que traten de agruparse entre los que mejor manejan la pelota y que se ayuden en defensa. Además, agregó que era fundamental no arriesgar la victoria porque, a falta de 30 segundos, estaba cerca.


El mejor jugador de Guillón fue Agustín Peña que metió 23 puntos, 9 rebotes y 2 asistencias. El Toro, como lo conocen en el club, dijo estar muy nervioso por la definición tan ajustada. Nicolás García también fue un pilar fundamental con 9 puntos, 17 rebotes y 2 asistencias. Otro de los protagonistas de esta proeza fue Matías Andrade, que colaboró con 9 puntos y 7 rebotes, y reconoció que fue muy emocionante la remontada.


“Al principio empezamos a jugar mal, pero al final lo dimos todo para poder ganarlo. Sebas nos pidió cubrir toda la cancha y estar sólidos en defensa” agregó el jugador de Guillón Felipe Subiria Taddeo. 


Pueden estar seguros de que, si estos chicos juegan así, es muy probable que ganen muchos partidos en el futuro. Para ellos, hoy lo más importante es divertirse, pero ya comenzaron a forjar su carácter.


martes, 3 de octubre de 2023

Un regalo que trasciende el básquet: La historia de Santi y Franco Balbi

 

Por Luis Climenti

Emanuel Ginóbili no fue el mejor jugador del mundo en el básquet, no tiene grandes distinciones o premios individuales como, por ejemplo, sí los tiene Leo Messi. No fue Michael Jordan, ni LeBron James. Sus mayores logros fueron el sacrificio, su competitividad y hacer grandes a los equipos en los que jugó. Los logros individuales no son importantes para Manu, lo más importante es dar, es entregarse por sus compañeros. Con los Spurs logró 4 anillos NBA, fue dos veces All-Star y la emblemática camiseta número 20, la que siempre usó en los San Antonio Spurs, fue retirada en marzo de 2019. 

Las camisetas en el básquet tienen una relevancia que trasciende lo meramente estético. Son mucho más que un simple uniforme para diferenciarse del contrario. Representan la identidad, la pasión y la unión de un grupo de deportistas que comparten un objetivo común. Simbolizan la profunda conexión entre un jugador, su equipo y el deporte. En muchas ocasiones, describen la perseverancia, la habilidad y la dedicación de un deportista. Inspiran a futuras generaciones a esforzarse por alcanzar la excelencia en el deporte y a recordar que siempre el trabajo y el amor por el juego son fundamentales para el éxito en cualquier cancha.

El 29 de mayo de 2023, Santino Noceda Migliardo, un nene de 8 años que juega al básquet en el Club Unión Vecinal de Luis Guillón desde 2022, le regaló su camiseta con el dorsal número 12 al base de Boca Juniors Franco Balbi, luego de que “el Mago” haya jugado la semifinal de la Liga Nacional contra Instituto en la Bombonerita. Pero eso no es todo, la camiseta iba con dedicatoria: “Para mi ídolo Franco, de Santi”. Se dieron vuelta las costumbres, el nene no se acercó al jugador reconocido para pedirle algún recuerdo. No, para nada. Santi le regaló a su ídolo lo más preciado que hoy tiene. Como hacen los grandes, el pequeño gigante dio lo mejor que tenía sin esperar nada a cambio.

Esta situación sorprendió a Balbi y afirmó que le generó mucha sorpresa, porque generalmente se da al revés: “Santi nunca me pidió nada. Nos sacamos una foto y siempre me daba unas palabras de aliento cuando ganábamos o perdíamos. Que ese día él me haya regalado la camiseta con la que juega, fue una linda sorpresa para mí. Obviamente, la tengo con mi colección, junto con las que usé en mi carrera y con las que cambié”.

Balbi cuenta que no es consciente de que hay mucha gente mirando los partidos y que puede pasar que los chicos se sientan representados con su juego y con su personalidad. El jugador reconoce que simplemente hace su trabajo, pero hay personas que realmente admiran su juego o su personalidad.

“Siempre trato de hacer las cosas que me salen dentro de la cancha. No busco ser el espejo de nadie ni forzar ninguna situación. Lo de Santi se dio muy natural. Él siempre me esperaba después de los partidos en la Bombonerita y nos sacábamos una foto. Siempre tenía unas palabras para mí, al igual que sus padres, que lo apoyan y lo acompañan. Así lo fui conociendo”, afirma Balbi.

En octubre de 2022, Maximiliano Noceda, el papá de Santi, que jugó al básquet en las inferiores de Ferro, llevó al nene a ver un partido entre Boca y Ferro en el inicio de temporada de la Liga Nacional. Ese día el nene de Unión Vecinal vio que desde el Verde le regalaron una camiseta a su ídolo Xeneize, por su pasado en el club. Entonces, él quiso hacer lo mismo. Porque entendió que, en esa acción de dar, hay un reconocimiento hacia el que recibe la ofrenda. 


Franco antes jugaba en Ferro. Un día fui a ver Boca vs Ferro, antes de empezar el partido le dieron la camiseta a él. Recordé eso y quise hacer lo mismo”, cuenta Santi con algo de timidez mientras toma un juguito multifruta en el bar de su club en Luis Guillón.

El día que Santino le regaló su camiseta a Balbi, Boca le ganó a Instituto 104 a 96, se puso 2 a 2 en la serie de semifinales y forzó el quinto partido, que unos días más tarde el equipo Xeneize le ganó por 3 puntos al campeón vigente y consiguió el pase a las finales de la Liga Nacional de Básquet después de 16 años. En ese contexto, el Mago frenó para recibir la ofrenda de Santi. En medio de una definición de campeonato. 

Los chicos, ilusionados, se le acercan a Balbi y él trata de corresponder con todos, porque recuerda que también fue ese chico que se quiso sacar una foto o ver de cerca a sus ídolos: “Hoy en día me pasa de estar cerca de gente que admiro, si bien no pido fotos, me genera un impacto. Siempre que los chicos me piden un autógrafo o una foto, trato de darlo. Tienen esa ingenuidad de pedir una foto o de charlar un rato; y yo trato de cumplirles ese deseo, de darles ese ratito de felicidad. Hay momentos en los que hay mucha gente y no se puede cumplir con todos, pero siempre trato de darle algo a los más chicos”.

Balbi creció en Junín, su ciudad natal, y de chico soñaba con ser jugador profesional. Respiraba básquet y admiraba a Marcelo Milanesio. Se sentía identificado con el estilo de juego del cordobés y se sorprendía con lo que veía. Quería ser cómo su ídolo, ese que brillaba en Atenas.

Anabella, la mamá de Santi, se muestra sorprendida por la relación que forjaron Balbi y su hijo. Algo mágico pasó entre ellos. La camiseta de Unión Vecinal, esa que tiene el dorsal 12, dio paso a una historia de cuentos entre el maestro y su aprendiz: “Durante las finales contra Quimsa, lo fuimos a ver y lo esperamos como siempre. Santi le pidió a Franco ver un entrenamiento, él dijo que sí y al otro día del partido lo fue a ver entrenar. Los entrenamientos de Boca son a puertas cerradas, pero Franco lo autorizó y lo invitó a la cancha a tirar al aro”.

Con la inocencia de un nene de 8 años, Santi sueña con ser basquetbolista profesional. En ese sentido, Balbi asegura que el foco en un niño tiene que estar en divertirse y pasarla bien con el básquet y con los amigos. Ya vendrán los tiempos en los que la responsabilidad empiece a ganar. Hoy Balbi juega en el Flamengo de Brasil y cuenta que ser profesional es tener una rutina diaria de 10 meses o 1 año, y que lo más difícil es mantener esa constancia. Todos los días levantarse, desayunar, ir a entrenar, volver, comer y descansar. Todos los días, a la misma hora. No hay feriados, no hay sábados, no hay domingos. Todos los días, con la misma disciplina y constancia.

Los padres de Santi están muy contentos con que Franco Balbi sea el referente de su hijo, porque ven en el base a una persona con valores, que van más allá de ser un gran jugador. Ambos coincidieron en destacar la humildad de Balbi para acercarse a Santino y alimentar su ilusión.  

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El hecho de que un nene le regale la camiseta con la que juega en su club de barrio, firmada y dedicada a su ídolo, abrió un camino con el que el ex Boca se siente a gusto: “Si el día de mañana Santi llega a ser profesional, que tenga presente el esfuerzo que hizo en el pasado y lo valore. Cuando llegás a ser profesional, te olvidás de todo lo que hiciste o todo lo que dejaste por serlo. A la edad de él, es más importante el disfrute y las ganas de jugar.  Ojalá que, pasados los años, él pueda estar en mi lugar dando una charla y contar su historia con algún nene”.

El Mago le dijo a su seguidor que hoy lo más importante es divertirse: “A Santi le diría que conocerlo fue un gran gusto. Que me tenga como espejo es una responsabilidad también. Tengo que seguir haciendo mi trabajo y hacerlo de la mejor manera. Ojalá que el día de mañana, esa camiseta que me dio, sea la primera de muchas que le pidan. Y poder decir que yo tuve el gusto y el honor de tener su primera camiseta. Va a estar guardada siempre. Ojalá que el día de mañana él esté en el lugar en donde yo estoy hoy, y que también pueda contar la historia de un chico que tiene una ilusión muy grande de ser jugador profesional. Que seguramente, por como es él y como es su familia, va a insistir y va a buscar ese sueño. Pero ahora todo es diversión”. 

Una vez más, el deporte y los chicos nos muestran el camino. Como diría Fito Páez, “Dar es dar. No marcar las cartas, simplemente dar”. Porque lo más importante es dejar algo en el otro, de eso se trata la vida. Puede ser un consejo, una camiseta, un sueño o una linda historia.

*Nota publicada en el medio "El Equipo" el 2 de octubre de 2023

jueves, 28 de septiembre de 2023

Hernán “Cucuza” Castiello, el cantor de tangos más maradoniano

El tango y el fútbol son dos pasiones populares arraigadas en nuestra cultura y el que sabe mucho de eso es el cantor de tangos y exfutbolista Hernán Castiello. De muy chiquito supo que quería ser futbolista y cantor, por lo que él mismo se define como un “cantor de fútbol y jugador de tango”.

Le dicen “Cucuza” por el tango “Cucusita” que cantaba Miguel Montero y no solo tuvo la suerte de jugar en primera división, sino que además su vida tiene puntos en común con la de Diego Armando Maradona. Él mismo se reconoce como “un enfermo maradoniano”.

Esa pasión por el fútbol, por el tango y por Diego lo llevaron a cantar en el homenaje que Deportea le realizó al máximo ídolo argentino en la ex ESMA en noviembre de 2021: “Fui varias veces a cantar ahí como invitado. Me acuerdo siempre de la primera vez que entré a ese lugar; fue hace muchos años, fue terrible. Era una noche de un invierno muy crudo. Todo jugaba a favor de ese ambiente tan jodido, tan bravo y donde han pasado tantas cosas. Esa primera vez no me la pude olvidar más”. Cucuza agregó que, en este caso, la carga emotiva fue mayor porque el homenaje era nada menos que a Diego Armando Maradona, su ídolo eterno. 

Hernán Castiello nació en la ciudad de Buenos Aires y es dueño de un estilo propio al cantar. Amante del “Polaco” Goyeneche, Gustavo Cerati y -obviamente- Diego Maradona. Es una persona de barrio, transparente y humilde, lo que se dice un buen tipo. De esas personas que tienen una sensibilidad diferente. Conoce bien el apellido Maradona porque jugó al fútbol en las inferiores de Argentinos Juniors con el hermano de Diego: “Yo jugaba con Hugo Maradona y a él lo iban a ver Diego, Don Diego, La Tota y las hermanas. Mi trato desde muy pibito con ellos fue muy familiar, de ir ver los partidos. No era una ceremonia juntarnos, obviamente sabía quiénes eran, pero era un trato más normal, de vernos todos los sábados en la cancha. Por ejemplo, mi viejo se sentaba en la barra del club donde jugáramos y tomaba algo con Don Diego”. 

Hugo Maradona y Hernán Castiello, en las inferiores de Argentinos Juniors.

Si bien Cucuza conoce a la familia Maradona, por una cuestión temporal, nunca había hablado con Dalma, la hija del Diez. Finalmente esa reunión tuvo lugar en el homenaje realizado por Deportea  y, según contó,  fue muy fuerte porque no lo esperaba. Se dio cuando fue a saludar al periodista Juanky Jurado y él estaba hablando con Dalma: “Me la presentó y me puse a llorar, sin ser un llanto desgarrado, pero se me caían las lágrimas. La noté muy conmovida, le traté de explicar lo que era su viejo para mí y la piba se emocionó. Después, obviamente, yo también me emocioné”.

Castiello recordó que cuando salió campeón con la sexta división de “El Bicho de La Paternal” Diego estaba viendo el partido: “Bajó de la tribuna a la cancha a dar la vuelta olímpica con el equipo. Nosotros estábamos todos enloquecidos porque era el Diego Maradona de Barcelona, pero a la vez era el hermano del Turco. Al otro día nos invitaron a comer un asado en la quinta de Moreno y jugué un partido de tenis con Diego. Te puedo asegurar que no le gustaba perder ni a un partido de tenis amistoso”.

Cucuza rescata el valor humano del Diez con otro momento que recordó cuando, luego del Mundial de 1986, el Turco lo invitó a su casa de Villa Devoto sabiendo de su fanatismo por Diego: “Entré al living y Diego estaba colgado boca abajo elongando la cintura. ¡Yo estaba loco! ¡Imaginate! ¡Mundial 86! Diego venía de ser campeón del mundo, el gol a los ingleses y yo no sabía qué carajo le iba a decir. Entonces se descolgó, se me acercó y me primereó: ´¿Qué hacés, Cucu? ¿Cómo anda el tango?´. Ese tipo, que en ese momento era la persona más importante y reconocida del planeta, me preguntaba a mí cómo andaba el tango”.

Fue el mismísimo Hernán Castiello el que cantó el tango “El sueño del pibe” junto a Diego Maradona en el homenaje que se le realizó al periodista Sergio Gendler en la cancha de Argentinos Juniors: el fútbol, el tango y Maradona cruzaron su vida.

“Cuando él llegó al vestuario de Argentinos el día del homenaje a Gendler a mí me tocó, sin quererlo, recibirlo. Hacía mucho que no lo veía, estábamos en el año 2019 y la última vez que lo había visto había sido en 1986. Se encontró conmigo, que estaba con más años y más cambiado, me reconoció, se rio cómplice y me hizo un chiste interno. Yo estaba enamorado. Que Diego se acuerde de vos, ya es un montón. Después, canté con él “el sueño del pibe” y quedamos con una relación. Algunas veces más hablamos por teléfono pero esa vez fue la última vez que lo vi”, afirmó el cantor.

Cucuza arrancó su carrera futbolística en el club Parque, luego pasó a Argentinos, en donde hizo inferiores y debutó en primera división como lateral derecho. Luego pasó a Tigre y, más tarde, jugó en Aldosivi de Mar del Plata, en donde sufrió una dura lesión en la rodilla que dio fin a su carrera como futbolista profesional. Pero el artista asegura que nunca dejó de ser jugador y, por esa razón, en ocasiones canta en vivo con sus botines puestos. 

A Hernán Castiello no le gusta sacar chapa de los galardones obtenidos, lo que dice mucho de él. Si bien fue distinguido como personalidad destacada de la cultura de la Ciudad de Buenos por la legislatura porteña en 2016 y viajó con su música por París, Londres, Corea y Hong Kong prefiere hablar del bar “El Faro” de Villa Urquiza, donde canta en vivo desde hace más de 13 años, o mencionar con la cara iluminada de felicidad que cantó con Maradona y con Charly García.

Tiene varios logros en su carrera que podrían hacer que infle el pecho, pero sus mayores tesoros son: el barrio, el fútbol, los amigos, el tango y los recuerdos con Diego Armando Maradona.

*Nota publicada en el medio "El Equipo" el 30 de marzo de 2022

Real Madrid, el gigante que conquista Europa a fuerza de títulos y formación de juveniles


En 1977, el Real Madrid visitaba a Las Palmas por La Liga española. En un córner, el jugador del Madrid José Martínez Sánchez, más conocido como Pirri, buscó a Enrique “Quique” Wolff, que jugaba en Las Palmas, y le dijo que al finalizar el partido saliera rápido porque quería hablar con él. En la reunión, Pirri le dijo: “El Real Madrid te quiere comprar y Las Palmas no te quiere vender”. Un año antes, le había pasado lo mismo con el Barcelona y Las Palmas no había aceptado la oferta por el jugador argentino. Pero esta vez fue distinto: Quique Wolff  firmó su contrato con el Real Madrid y fue jugador de la Casa Blanca.

“Llegar al Madrid fue diferente a todo. Luego de firmar mi contrato, fui al viejo estadio en donde había una habitación que recorría todo el lateral de la cancha. En ese lugar, el club tenía una sala de trofeos que, cuando entré, me quedé helado. Había trofeos y premios por todos lados, copas hasta en el suelo. El gerente del Madrid, con quien estaba, me dijo: ‘Este es el equipo al que vienes a defender’. A mí me resultaba maravillosa esa situación, no me achicaba”, cuenta Quique Wolff. El Real Madrid es el máximo ganador de la Champions League con 13, fue campeón de las primeras cinco ediciones, jugó 17 finales y participó 47 veces de la competición, un récord. El club se hace grande a base de trabajo, de títulos y de sus inferiores.

La Fábrica, como se conoce a la cantera, pone actualmente al club como el segundo con mejores ingresos económicos de Europa y los jugadores de su riñón representan el 16% del plantel actual. Cuenta con Dani Carvajal, Nacho Fernández, Lucas Vázquez y Mariano. En la actualidad, tiene 44 jugadores salidos de sus inferiores en las ligas de España (31), Inglaterra (5), Italia (5), Francia (2) y Alemania (1).

No sólo aporta jugadores a las principales ligas, sino que utiliza esos jugadores para ganar la mayor competencia europea. Entre los canteranos que ganaron la Champions están Nacho, Lucas Vázquez, Álvaro Morata, Iker Casillas, Achraf Hakimi, Marcos Llorente, Borja Mayoral, Mariano, Javier Portillo o Raúl, el mejor jugador surgido de la cantera. Raúl jugó 741 partidos y convirtió 323 goles. Es el segundo máximo goleador del club, solo superado por Cristiano Ronaldo con 450 goles en 438 partidos.

Quique Wolff, que vistió la camiseta blanca en 72 encuentros entre 1977 y 1979 y ganó dos ligas, también visitó el club como periodista. En ese rol conoció a Raúl, antes de su debut: “Yo trabajaba en el programa ‘Simplemente Fútbol’ y fui a ver a Jorge Valdano -que era entrenador del primer equipo- a la Ciudad Deportiva. Estábamos hablando y nos saludó un chico vestido con jean y remera. Valdano me dijo que ese chico era Raúl y que lo iba a hacer debutar el fin de semana siguiente”. La Fábrica también aportó jugadores formados en el Real Madrid a la última semifinal de la Champions: Fabinho en el Liverpool y Dani Parejo en el Villarreal. Nacho, Dani Carvajal y Juan Santisteban son los canteranos con más Champions ganadas: cuatro trofeos cada uno.

No sólo los que juegan para el Real Madrid destacan su grandeza. Emiliano Armenteros, exjugador del Sevilla, Xerez, Rayo Vallecano y Osasuna, enfrentó al Real Madrid. Afirma que es uno de los mejores clubes de Europa y destaca que desde muy chicos en el Real Madrid a los jugadores les dan muchas facilidades y medios, que no les falta nada en su formación.

Armenteros trabaja en la secretaría técnica del Rayo Vallecano, un club de Madrid, a poco más de 10 km del estadio Santiago Bernabeu, que tiene a Fran García, un jugador formado en La Fábrica. Armenteros, surgido en Banfield y de paso por Independiente, destaca que el Real Madrid tiene la posibilidad de elegir a los mejores jugadores de todas las edades en toda España, ya que tienen una red de scouting no sólo para primera división, sino para todas las inferiores. “Tienen mucha gente viendo chicos y trabajando para poder reclutar a los mejores de las distintas categorías. Al tener tanta estructura para poder elegir, tenés mucho más terreno ganado que los demás clubes y corren con ventaja en esa comparación”, dice Armenteros.

En cuanto a las estructuras formativas, el Real Madrid tiene 16 categorías, que van desde Prebenjamín A y B, jugadores de 8 años, hasta Real Madrid Castilla, el equipo B. Armenteros visitó la ciudad deportiva de Valdebebas para ver partidos de pretemporada del primer equipo o del B. Quedó sorprendido por la infraestructura y los materiales con los que cuenta el Madrid. “Es de lo mejor a nivel mundial y ahí es donde te marcan la grandeza del club”, afirma.

El Real Madrid apuesta a la formación de jugadores para hacerse fuerte a través de ventas o para utilizarlos en su plantel profesional. La edad promedio de incorporación a la primera división de las jóvenes promesas es de 22 años. El Real Madrid conquistó Europa y ganó títulos con la fuerza de su trabajo en las divisiones formativas e incorporando a los mejores de la élite del fútbol. La gloria no le resulta ajena.

*Nota publicada en el medio "El Equipo" de Deportea el 27 de mayo de 2022

Leandro Paredes: cuando los sueños se hacen realidad

Ramón Maddoni, descubridor de talentos del fútbol argentino, vio jugar a Leandro
Paredes, a los 8 años, en un partido en el que el club Brisas del Sud se enfrentó con Parque.
 Maddoni esperó a la familia Paredes a la salida del club y habló con Víctor, el papá, mientras Miriam, la mamá, se subía al auto con su hijo. El cazatalentos le propuso llevar a Leandro a Boca. Víctor se subió al auto y le contó a la familia que al otro día el nene tendría que ir a jugar para el Xeneize, club del que son hinchas. Así comenzó la historia de Paredes, que con el pelo largo por la cintura debutó en infantiles de Boca y desde ahí no paró.

“Lo tenía visto desde antes de la final entre Parque y Brisas. Porqué Paredes tiene un tío que jugaba muy bien, y él habló de un sobrino que también jugaba bien. Entonces le pedí que lo traiga a Parque, pero estaba jugando para Brisas. Después lo llevamos a Boca e hizo una carrera hermosa”, afirma Maddoni, que en aquel momento trabajaba con el fútbol infantil en el club Parque y en Boca.

Paredes nació el 26 de junio de 1994 en San Justo, partido de La Matanza. El papá del actual número 5 de la Selección Argentina era albañil y la mamá fabricaba zapatos. Los Paredes eran una familia humilde. De los 3 a los 6 años, el futbolista jugó en el club La Justina y luego, cuando su familia se mudó a Mataderos, comenzó a jugar en Brisas del Sud. Luego llegó Parque y Boca.

Simultáneamente, Paredes jugaba en Brisas bajo las órdenes del entrenador juvenil Rosario “el Tano” Nanía, y en Parque y en Boca bajo el ala de Maddoni, que contó que durante su formación le dijo a Paredes que iba a jugar en la Selección Argentina. Ambos entrenadores coinciden en que desde chico Leandro tenía mucha técnica.

Maddoni había encontrado en ese nene todo lo que tiene que tener un futbolista: fundamento, ritmo, agresividad y, sobre todo, técnica. Aunque le recomendaba a Paredes que debía reafirmar la agresividad: “Se puede jugar bien, pero hay que meter un poquito más, Leo”, le decía Maddoni al actual mediocampista de la Juventus.

“La técnica que hoy tiene Paredes ya la tenía de chico. Era muy común verlo meter pases rasantes y entre líneas. Siempre se destacó por la buena pegada y el manejo de la pelota. Ahora mete un poco más, porqué de chico era muy sumiso. Le decía que tenía que tener más ritmo y agresividad, porque en el fútbol no te alcanza solo con jugar bien. No digo pegar patadas, cuando digo ritmo y agresividad, es trabar fuerte, ganar la posición, meter el brazo”, aclaró Maddoni.

Su amor por Boca lo selló a los 8 años, cuando como hincha pisó por primera vez la Bombonera en un partido en el que su equipo enfrentó a San Lorenzo y terminó 2 a 2 con dos goles de Carlitos Tevez. Nanía lo tuvo durante la etapa completa de baby fútbol en Brisas y, durante el último año, lo compartió con Maddoni en Parque, donde conoció a Camila Galante, su actual mujer (foto).

Leandro Paredes revela que se tatuó a su esposa antes de ser novios: "Estaba loco". - TotalNews Agency

Paredes se lució de enganche en la Novena, salió campeón con la Octava y, ese mismo año, en un campeonato en el que Boca fue invitado a España, fue figura. Todo pasó muy rápido en la vida del jugador nacido en San Justo. En 2010 Claudio “Bichi” Borghi fue contratado por Boca para hacerse cargo del primer equipo. Ese mismo año, el entrenador subió a Paredes a la Primera de Boca cuando el jugador tenía 15 años. En esa experiencia compartió vestuario con Juan Román Riquelme, Martín Palermo, Sebastián Battaglia y Rolando Schiavi, ídolos del club del cual es hincha.

Paredes recordó en una entrevista que, cuando fue citado para ser parte de la Primera de Boca, su nombre estaba escrito en un pizarrón con la indicación de que debía presentarse a las 9.30 en la práctica Xeneize. Borghi llegó más tarde y le preguntó qué hacía ahí. Paredes le respondió que su nombre estaba en un pizarrón y que por eso se había presentado a entrenar. El Bichi le preguntó quién era y le dijo que había una equivocación, que esperara afuera. Paredes sintió que su mundo de futbolista profesional se derrumbaba. Estuvo un rato fuera del gimnasio donde se encontraba el plantel y Borghi salió a buscarlo diciéndole que era una broma. Al fin de cuentas, era lógico, solo era un nene de 15 años. Su debut oficial en la Primera División de Boca llegó cuando Paredes tenía 16, en la derrota por 2 a 0 de local frente a Argentinos.

Leandro Paredes: "Tengo muchas ganas de volver a Boca" | MARCA Claro Argentina

Paredes, que se tatuó a La Bombonera en el pecho luego de que el Xeneize ganara la Liga Profesional 2022, reconoció que fue en Boca en donde le enseñaron lo que es jugar a ganar y competir. A los 8 años fichó para Boca en infantiles, el club del cual siempre fue hincha. A los 16, debutó en la Primera División y tuvo de compañeros a figuras que eran sus ídolos. Fue convocado para la Sub 15 y Sub 17 de la Selección Argentina. Hoy juega en la Juventus, es titular indiscutido en el equipo de Lionel Scaloni y está a punto de jugar su primer mundial. La carrera de Leo Paredes es la prueba de que los sueños se cumplen.

* Nota publicada en el medio "El Equipo" de Deportea el 15 de noviembre de 2022

El trabajo y el compromiso de Brian Aguilar para volver a la Selección Argentina

La Selección Argentina Sub20 quedó afuera del mundial organizado en nuestro país tras
caer 2 a 0 con Nigeria en los octavos de final. Brian Aguilar siguió los partidos por televisión como cualquiera de nosotros, pero él no es como cualquiera de nosotros. 

Aguilar estuvo muy cerca de jugar el mundial juvenil en Argentina; integró la prelista de 37 futbolistas que Javier Mascherano seleccionó. Tan cerca estuvo de poder vestir la camiseta celeste y blanca en el mundial juvenil que eso lo motivó a ir por más. Se propuso trabajar muy duro para volver a defender la camiseta argentina.

El jugador creció en Spegazzini y dio sus primeros pasos en el fútbol en Barrio del Plata y después jugó en El Tanque, ambos clubes de su barrio. Con El Tanque jugaron un mundialito organizado por el Club Lanús. Desde el Granate lo vieron y no dudaron en captarlo. Se probó durante una semana en Lanús, quedó y desde ahí no paró. El 25 de abril de 2022 debutó en la primera frente a Godoy Cruz.

Llegar a la Primera División y jugar en la Selección Argentina debe ser lo que sueña cualquier pibe que juega al fútbol en las inferiores de un club. Aguilar se formó en las inferiores de Lanús y salió bicampeón con la novena división.  

Aguilar se ganó su lugar en el fútbol a fuerza de buenos rendimientos que lo llevaron a la Selección Argentina, jugó el Torneo Esperanzas de Toulon y fue campeón en L ́Alcudia en 2022 con la Sub-20.

“Vestir la camiseta de la selección es un orgullo. La primera vez que fui, estaba muy contento. Desde chico soñás con eso. Sentís orgullo y una felicidad muy grande”, afirmó el defensor de Lanús.

El amor por la Selección Argentina se le nota a la distancia. Aguilar recuerda que, cuando no le tocaba estar entre los citados, redoblaba el esfuerzo para lograr ser un jugador de selección. Como premio a ese esfuerzo le llegó la citación y atesora ese momento: “Me dio mucha alegría”. 

Aguilar reconoce que tiene una gran relación con sus compañeros del equipo nacional Sub-20: “Los pibes que quedaron en la lista para el mundial son unos genios. Hace un par de meses estuvimos todos juntos en el Sudamericano, pero ahora les tocó a ellos”

Además de ser un jugador de fútbol profesional, no deja de ser un chico que disfruta de jugar a la pelota con amigos. Igual que los juveniles argentinos que ya brillan en el exterior: “Los chicos que juegan en Europa son muy talentosos y por algo están donde están. Pero sobre todo son muy buenos chicos. Me tocó compartir la Selección con Alejandro Garnacho, con Matías  Soulé, con Luka Romero. Y soy muy amigo de Facundo Buonanotte, me llevó muy bien”.

Uno de los posteos más likeados en la cuenta de Instagram de Brian Aguilar es una foto con Messi en el predio de AFA en Ezeiza, ambos vestidos con ropa de la selección. La imagen es de 2022, mientras los juveniles argentinos entrenaban, desde afuera observaban la práctica Leo Paredes, Ángel Di María y Leo Messi: “Quería que terminara el entrenamiento para ir a saludarlos”.

Aguilar respira fútbol, así lo reconocen en Lanús. Con 11 años, iba las tardes de sábados a ver jugar a las categorías juveniles y a tomar mate en las tribunas. Lateral derecho temperamental que prefiere hacer un buen quite antes que hacer un gol. Eso habla del compromiso que tiene con el equipo y con su puesto.

Marcelo Arcorace es dirigente del club Lanús y conoce muy bien a Brian Aguilar. Lo conoció en prenovena y acompañó el crecimiento del jugador: “Es un chico muy bueno y respetuoso, le tocó ser suplente en su categoría y después se impuso a fuerza de buenas actuaciones. Cuando le dieron la oportunidad, no la desaprovechó. Se afianzó en inferiores, llegó a reserva y debutó en el primer equipo”.

Arcorace reconoce en Aguilar la condición de ser un defensor agresivo en la marca y muy rápido en los cruces. Además, asegura que tiene muy buen salto, juego aéreo y se destaca en los duelos uno a uno. 

Dolores Lator es amiga de Brian y destaca su perseverancia y su fuerza mental: “Le gusta ir para adelante y nunca baja los brazos. Quería llegar a primera para ayudar a su familia. Cada cosa que él hace, lo hace pensando en los demás, eso marca una diferencia. Ayudar a su mamá a terminar la casa era algo que tenía como objetivo”

El denominador común entre los que conocen a Brian Aguilar es que es muy compañero y está atento a todo lo que pasa en su entorno. Siempre que lo necesitan, está disponible para ayudar a su familia o a sus amigos. Lo que en el barrio se conoce como “un buen pibe”. Esa es su mayor virtud y seguramente lo hará llegar muy lejos.

Sus máximos sueños hoy son ganar algo con el club Lanús y volver a vestir la camiseta de la Selección Argentina.


*Nota publicada en el medio "El Equipo" de Deportea el 7 de septiembre de 2023

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